La Inteligencia Artificial en las universidades, entrevista a Andrés Pedreño

 

Entrevistamos a Andrés Pedreño, Catedrático de Economía Aplicada; ex Rector de la Universidad de Alicante (1993-2000); Vicerrector de Asuntos Económicos y de Planificación; CEO de Universia (2000-2004);  Miembro del Comité de Expertos del Gobierno para la Elaboración del Libro Blanco sobre la Inteligencia Artificial y el Big Data entre otros muchos cargos.

Andrés nos recibe en sus oficinas de Torre Juana (Alicante) para respondernos a unas preguntas sobre Inteligencia Artificial aplicada a las Universidades.

  • ¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrentan los responsables de tecnologías de las universidades para empezar a dar valor con las Inteligencia Artificial?

El mayor reto es encontrar talento y formación, cada vez hay que ir hibridando la computación con el resto de disciplinas (arquitectura, biología, economía…) cualquier ámbito del saber debería contaminarse / hibridarse de IA. Esto requiere una política de formación muy activa y, también la captación y retención de talento. Estos son los dos principales retos

"Las universidades deben ser protagonistas de esta revolución."
  • ¿Cree que es importante realizar acciones colaborativas en temas de tecnologías entre universidades españolas y latinoamericanas?

 Totalmente, lo que nos fortalece es la Red.

La Inteligencia Artificial tiene ahora mismo dos grandes focos uno es EEUU y otro es China, que tienen instituciones con un potencial extraordinario. Es el caso de una Universidad de EEUU que ha hecho una apuesta de 1.000 millones de dólares destinado a un centro de IA.

Si las instituciones universitarias se aíslan una a una es muy difícil que tengan potencial, pero sin embargo una red colaborativa es realmente interesantes, si se suman los recursos humanos de las universidades españolas o de América Latina  en redes como MetaRed pues obviamente se puede ser la primera potencia mundial en capital humano, en talento, en aportaciones, en iniciativas  y en otras muchas cosas. Lo que hace falta evidentemente es coordinación, comunicación, compartir proyectos ideas, relaciones entre personas talentosas eso realmente en temas de Inteligencia Artificial  puede ser revolucionario.

  • ¿Usted que conoce tan bien a las universidades y ha sido rector de una universidad, qué consejo le daría a un rector de una universidad que aún no ha iniciado la transformación digital a través de todas las tecnologías emergentes, IA, Blockchain, etc.?

 En el tema de Inteligencia Artificial realmente es empezar a hacer pruebas que permitan introducir a la comunidad académica en una cultura tecnológica y en el potencial que tiene la IA.

Deben estar implicados todos los ámbitos: alumnado, investigación y docencia. Lo primero es hacer pruebas, que pueden ser propias o importadas.

Esto puede empezar desde la personalización de los estudios, la IA permite generar/aprovechar un Big Data y aplicarlo a las características de los alumnos, personalizando de esta forma la educación. Pero además, también permite aplicarlo a la investigación, para que los investigadores tengan anticipadamente información privilegiada de por dónde van las tendencias o los avances  más importantes.

También se puede aplicar a la racionalización de las actividades más rutinarias aquellas que son muy repetitivas, incrementando la productividad y, que los humanos nos dediquemos más a aquellas cuestiones más creativas, más emocionales.

  • ¿Están las universidades preparadas para sacarle partido a la Inteligencia Artificial?

Todos en principio podríamos estar preparados pero quizá necesitemos un pequeño empujón.

Quizá haya universidades mejor preparadas que otras, pero todas,  si tienen una predisposición para aprovechar el potencial de la Inteligencia Artificial, están mucho más preparadas que las empresas.

Todas las universidades tienen gente formada en computación y, actualmente hay herramientas que permiten aprovechar el ámbito de la IA en muchos aspectos que son básicos. Por ejemplo, los Chatbot, pueden racionalizar toda la actividad administrativa, atender a los alumnos 24 horas, 365 días y por tanto que los funcionarios o empleados de las universidades puedan dedicarse a las actividades más creativas, más complejas, dando más calidad a los servicios, y sin embargo aquellas informaciones más repetitivitas puedan darse a través de los Chatbot.

Los Chatbot también pueden ser asistentes de los profesores, corregir exámenes, cosas de este tipo. Se puede empezar por cosas muy sencillas  y todas las universidades están preparadas para eso.

Quizá para aquellas actividades más ambiciosas, más complejas, ahí es donde la colaboración, la creación de redes, el ser puntero, el liderar algunas aplicaciones de la IA eso sí que va a exigir la creación de redes colaborativas entre las  universidades.

  • Por su experiencia, ¿nos puede contar algunos ejemplos de buenas prácticas de Inteligencia Artificial aplicada a la educación?

 Hay muchas  universidades que están haciendo proyectos experimentales, las que yo conozco más son del mundo anglosajón. Yo creo que la iniciativa privada se ha adelantado incluso a la hora de proponerle a la educación en general desde la educación preescolar a la universidad una forma de explotar basándose en el concepto de redes neuronales.

Hay compañías privadas anglosajonas, que incluso algunas han tenido un nacimiento universitario, que venden los propios servicios a las universidades. ¿Qué es lo que hacen? diseño de aprendizaje inteligente, pruebas, retroalimentación a los estudiantes desde preescolar a la universidad.

Identifican por ejemplo lo que se denomina brechas de conocimiento: aquellos estudiantes que quedan más descolgados los redirige a temas básicos y esto,  está llegando a grandes niveles de sofisticación. Estas compañías van incluso por delante de proyectos de las universidades cuando las propias universidades podrían tomar el liderazgo.

Hay un caso que se comenta mucho y es el reconocimiento facial,  un tema muy  avanzado en la Inteligencia Artificial. Se puede identificar el rostro o la cara de un estudiante que no comprende una cosa y, en función de esto proponerle una personalización de la educación, es decir, un apoyo para que pueda comprender el tema.

El Big Data es el alimento de la IA y es lo que va a permitir la personalización, pero también es verdad que hay unos países que son más propicios que otros, hay leyes de privacidad en Europa que pueden impedir que a un alumno permita que se le reconozca su cara porque se supone que eso es un ámbito de la privacidad.

En este sentido hace falta un gran debate y, las universidades deben ser muy proactivas, haciendo estudios experimentales y proponiendo si son mayores las ventajas de que un alumno voluntariamente se deje observar el rostro , porque no se le va a castigar como era antaño cuando no comprendía o no prestaba atención, si no presta atención o pone cara de despistado la voluntad es precisamente ayudarle , es decir, poder decir que el alumno no comprende la forma en la que se está explicando este tema, por ejemplo,  matemático, y a lo mejor necesita una adaptación porque es un alumno más receptivo a las letras u otras disciplinas.

  • ¿Cómo ve el futuro de la Inteligencia artificial aplicada a la educación?

 Yo soy muy optimista, yo creo que además la IA, pese a que se comentan algunos riesgos, tiene muchísimos más potenciales que riesgos.

Es una forma de racionalizar muchísimas de las cosas,  ayuda mucho a los estudiantes, a los investigadores,  le veo muchas más ventajas que inconvenientes.

Creo que hay que hacer una apuesta muy ambiciosa, hay que ser líderes en el tema de la IA,  personalmente creo que no es un opción para las universidades es una obligación asumir el reto que supone en nuestro tiempo esta revolución.

Algunas de las experiencias que estamos llevando a cabo en España, especialmente la aplicación de la IA a la gestión, como es el caso de Lola en la Universidad de Murcia, dan pruebas del potencial que pueden generar las universidades y, de los avances que podemos tener en muchísimos campos.

Creo que además estamos en un contexto donde se van a producir saltos enormes en ámbitos de la medicina, donde vamos a atender a la medicina personalizada, a la computación genética, a la cirugía de precisión, se habla también a la agricultura de precisión, obviamente puede revolucionar el concepto de medioambiente actual, es decir, hay muchos ámbitos, la conducción automática, con minimización de accidentes, por esto la universidad no puede ser ajena a revoluciones que ya están sucediendo y que pueden cambiar nuestras vidas.

Insisto que hay que tener también en mente los riesgos, desde la trazabilidad de los algoritmos, la ética de los algoritmos, la transparencia de los algoritmos, pero ahí precisamente las universidades por su madurez, por la existencia de capital humano pueden ser fundamentales en los países a la hora de minimizar los riesgos y además, de educar a la población en las buenas practicas que tenga la IA.